martes, 26 de marzo de 2013

EL PO, UNA BANDA AL SERVICIO DE LA DERECHA

¿SI LOS HERMANOS DEBEN SER UNIDOS, POR QUÉ SE CAMBIAN EL APELLIDO?.
Sucede con los tres hermanos Wermus y también con Miguel Bressano Capacete, agente de la SIDE y dirigente UCR, hermano menor del dirigente troskista Nahuel Moreno, que fue
un activo colaborador del general Viola y más tarde del "Coti Nosiglia" en el armado de la lucha contra la izquierda. Organizaba reuniones conspirativas y tertulias con "las viudas" del proceso.
Y como no hay esfuerzo sin recompensa, Juan Bautista Yofre lo mandó a España como delegado de la SIDE para espiar (y contrarrestar) la movida de los juicios llevados a cabo contra los genocidas por el juez Garzón y las victimas.
LOS WERMUS...Muy lindo leer Prensa Obrera. Ismael Wermus- Bermúdez en Clarín escribe una nota sobre el empleo en la Argentina, diciendo que hubo poco crecimiento, visión maniquea que contradice todos los números disponibles, de cámaras empresarias, sindicatos, Indec, Ipec, etc. Después que Clarín lo publica, Prensa Obrera lo levanta como verdad revelada y Wermus- Altamira -y hermano de Bermúdez-Wermus-, da la aprobación y todo queda dentro de la familia. Para aclarar como viene la cosa, otro que levantó las mentiras de Wermus es la página duhaldista "Grito Peronista", que tiene una entrevista al rey del trabajo en negro, el Momo Venegas, y que sus materiales están dados por Clarín, El Informador Público y Perfil, que como todos sabemos son verdaderas usinas del pensamiento vivo de Juan Perón y propaladores de su doctrina. ¡¡Y algunos creen que la política es sencilla cuando en ella existen engendros que aseguran ser de izquierda y están estrechamente ligados a la derecha!!.
Ismael Bermúdez-Wermus, periodista de economía de extensa trayectoria en Clarín (trabajó allí casi 30 años), dejó de trabajar en el matutino. La noticia sorprendió a muchos de sus colegas de otras secciones que desconocían su desvinculación.
La salida de Bermúdez-Wermus implica una fuerte baja para el matutino, en un área -la economía- que se perfila como uno de los grandes ejes informativos que tendrá este 2012. Como suponemos que, dada su edad, tomará unas merecidas vacaciones, o se jubile, si promete prestar atención, podemos gestionarle una entrevista con quienes pudieran desasnarlo (Edwin, Itzcovich, Comari, etc) y lo invitamos a recorrer las instalaciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, tan caro a sus gustos, en una visita guiada, no por sus amigos y fuentes de siempre, sino por quienes realmente trabajan y sufren su construcción mentirosa de una realidad virtual que ayudó a instalar en el medio, confundiendo a tantos ciudadanos. EL PO ES UNA BANDA AL SERVICIO DE LOS PODEROSOS

lunes, 25 de marzo de 2013

LOS NIÑOS Y LA GUERRA EN SIRIA

Los niños sirios están traumatizados por la guerra

Por Tareq Al-Abd | Al Monitor

El ruido de las explosiones ha decrecido algo. La gente ha vuelto para reparar sus hogares y prepararse para el día siguiente. Pero es difícil olvidar las imágenes de los últimos bombardeos en Damasco, que seguirán atormentando a muchos. Si eso les sucede con los adultos, ¿cómo se sentirán los niños?

La amarga verdad es que está apareciendo una nueva generación que sufre trastornos psiquiátricos. Los síntomas de esos trastornos han empezado a mostrarse en los colegios, en los centros de refugiados y en las zonas que siguen bajo el fuego. La mayor tragedia es que no hay una solución rápida a estos problemas, a la luz de la continuación de la guerra y de la escasez de especialistas que puedan tratar esas enfermedades.

Cuando el martes 21 de febrero se produjo la explosión en la calle Al-Hayat de Damasco, anegando el aire de humo y de gritos de las víctimas, un transeúnte vio a una niña de unos diez años sentada sobre el asfalto frente al lugar de la explosión. Tenía la cara y el rostro cubiertos de hollín y estaba jugando tranquilamente con los trozos de cristal que había en el suelo, ignorando las heridas de sus manos. Se encontraba claramente en estado de shock y era incapaz de responder a las preguntas. El transeúnte renunció a intentar hablar con ella y la dejó sola. Incluso un joven doctor renunció a intentar ayudarla. Horas después, la niña empezó a llorar histéricamente mientras repetía palabras ininteligibles. Al parecer la persona que iba con ella había muerto pero su cuerpo estaba desaparecido.

Otro niño pasó por otra experiencia parecida. Permanecía aferrado a una valla de jardín cerca del lugar de la explosión, gritando entre las lágrimas mientras buscaba a su madre, que había cruzado la calle para comprar algo y nunca más volvió.

La escena de la explosión del jueves no era lo único que aterraba a los niños que allí estaban. A varios de ellos, la escena les traía recuerdos de anteriores masacres que habían tenido que presenciar en algún otro lugar. Un niño relataba la masacre de otros niños en la barriada de Karm al-Zeitun, en Homs, donde vio cómo asesinaban a la gente y quemaban sus cuerpos. La escena de la explosión despertó los recuerdos de otro niño del día en que su hermano murió a causa de la explosión de un coche-bomba en una zona muy concurrida en al-Madamiya, en la campiña que rodea Damasco. El niño declaró que vio el cuerpo destrozado de su hermano en la calle y que tuvo que trasladarse a al-Mazraa, donde permanece con su madre.

Algunos niños muestran apatía, lo que refleja una amargura extrema. Uno de los niños, que parecía más coherente que los otros, habló de una “nube parecida a un champiñón negro” que cubría el área. Después, añadió con una risilla nerviosa: “Voy todos los días a buscar el pan a la panadería y me temía que lo que había sucedido en otras áreas podía pasarnos también a nosotros… La fuerza de esta explosión es normal comparada con lo que sucedió en nuestro barrio”, barrio que se negó a identificar. Concluyó diciendo: “No tengo miedo a la muerte”.

Lo anterior es un pequeño ejemplo de cómo los niños sirios están sufriendo en medio de una locura de muerte, sangre y bombas. Toda una generación está afectada con trastornos mentales, que varían en intensidad y alcanzan su punto álgido en los lugares calientes donde los niños están presenciando constantemente formas diversas de bombardeos, enfrentamientos y ejecuciones. La peor tragedia es cuando un niño mata a alguien y recibe los aplausos de quienes están a su alrededor porque piensan que están enseñando a sus niños a ser fuertes y resistentes.

Soluciones médicas a largo plazo

El shock mental, según el psicólogo Sigmund Freud, puede parecerse a una carta en la que borramos varias palabras cambiando completamente así su significado. El trauma que los niños sirios están sufriendo puede generar una generación afectada con todo tipo de trastornos mentales y de conducta, desde alucinaciones, narcisismo y depresión a ser propensos a la violencia. Algunos casos pueden tratarse con apoyo psicológico pero hay otros en que ese apoyo sólo puede ofrecerse en centros especializados. Algunos intentan superar el problema en vez de tratar de eliminarlo de la memoria, porque un único disparo puede restaurar el recuerdo del suceso. Pero una buena solución es alentar y fortalecer la autoestima y confianza de los niños.

Más del 40% de los niños y adolescentes han sufrido un hecho traumático. Muchos de ellos se recuperan rápidamente, pero eso es difícil en Siria, dada la situación actual. Los síntomas traumáticos incluyen temor, depresión e ira. Los síntomas pueden aparecer de inmediato o después de varios días o semanas, que es lo que ha sucedido con muchos de los niños desplazados que siguieron siendo coherentes hasta que se reasentaron en un lugar seguro y entonces los síntomas aparecieron de repente.

El psiquiatra Ibrahim Ozman declaró: “Los niños que reciben apoyo psicológico no están fuera de peligro porque todos los elementos del trauma siguen aún presentes. En primer lugar, el trauma –debido a un bombardeo, asesinato o violación- puede acaecer de nuevo, sufrido por el niño o presenciado en directo o por televisión”.

Ozman, que ha viajado por toda Siria, explica que los refugios pueden hacer que el trauma reaparezca, pero que en otros casos pueden ser un factor de mejora, dependiendo de las circunstancias. Por tanto, es muy importante conseguir que los niños se impliquen en actividades que alejen de sus mentes las escenas traumáticas. Sin embargo, esto no significa entrar en un mundo imaginario, porque los niños volverán a experimentar los traumas tan pronto como vuelvan a la realidad. El doctor dijo que era necesario darles oportunidad de expresarse implicándoles en actividades tales como la pintura, el teatro o el deporte.

El Dr. Safwan Abboud dijo que es necesario desarrollar la autoestima de los niños, que viene definida como la capacidad para enfrentar los traumas de la vida pero no hasta el punto de la ilusión, que es lo que había sucedido con muchos niños que Abboud encontró en los centros de refugiados.

En general, es la Media Luna Roja la que está prestando ese apoyo psicológico, especialmente en el caso de los niños, porque las organizaciones internacionales no han podido entrar en los centros de refugiados. La carga cae enteramente sobre las ONG sirias que operan en las zonas fronterizas, en los campos situados en la frontera norte con Turquía y en el campo al-Zaatari, en Jordania. Según Abboud, la misión es mucho más difícil en el interior de Siria.

La Media Luna Roja Siria está actuando en los refugios situados en colegios y en zonas que están relativamente en calma, pero hay muchos centros que trabajan en secreto y no desean dar detalles. En general, pocos de los casos traumáticos –violación, presenciar violaciones o presenciar asesinatos- requieren de centros especializados.

No obstante, los psiquiatras están jugando un papel pequeño porque hay muy pocos y por la cultura social imperante, que considera que ir al psiquiatra es vergonzoso o inútil. Según las cifras de UNICEF, de los 300.000 niños desplazados que la organización tiene en sus registros, sólo 23.000 han recibido apoyo psicológico. Los informes de las Naciones Unidas no aportan una imagen clara sobre cómo la violencia ha afectado a gran cantidad de niños. Las cifras de la oposición siria muestran que hay más de 6.000 niños asesinados y más de 2.000 secuestrados. Y estos son sólo los casos documentados.

En resumen, muchos pueden considerar que el tema del trastorno mental es un detalle nimio en medio de la locura de la guerra. Otros pueden pensar que plantear ese problema es un “lujo humanitario” que ignora el hecho de que el país entero está siendo destruido, no sólo los niños. Pero el problema sigue siendo algo muy especial porque los niños son el futuro de Siria.

Fuente original: http://www.al-monitor.com/pulse/culture/2013/02/syria-children-war.html

 

Traducido de la fuente original en árabe (As-Safyr) al inglés por Rani Geha
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Publicado en español en www.rebelion.org
 

LAS EXPLICACIONES QUE LES RECLAMO CRISTINA A SUS REFERENTES ECONOMICOS POR EL ATAQUE CAMBIARIO


Noche de alta tensión en Olivos

Los responsables de la cartera económica, el Banco Central y la AFIP trazaron un completo cuadro de situación ante la Presidenta en Olivos, el miércoles, para explicar las razones de la corrida cambiaria y cómo seguirá. Detalles de una velada tensa.

 Por Raúl Dellatorre
Fue una reunión tensa. Cristina recién volvía de su viaje al Vaticano y en pocas horas debió cambiar el entorno de reconciliación y esperanza que rodeó su encuentro con el Papa, por un clima convulsionado y plagado de versiones catastróficas. No es que puedan sorprenderla las campañas desestabilizadoras, pero el nerviosismo y los miedos incluso de allegados muy cercanos deben haber puesto a la Presidenta en alerta. El día miércoles convocó a la residencia de Olivos, al final de la jornada y obligando a abandonar cualquier otro compromiso, a Hernán Lorenzino, Axel Kicillof, Mercedes Marcó del Pont y Ricardo Echegaray. Hubo otros funcionarios que fueron advertidos de mantenerse atentos al teléfono, porque iban a recibir varias consultas mientras durara el encuentro en la Quinta Presidencial. Cristina quería escuchar de boca de cada uno de sus funcionarios su apreciación sobre la situación, su versión sobre lo que estaba sucediendo para poder sacar sus propias conclusiones y decidir los pasos a seguir.
Los funcionarios debieron dar respuesta una por una a las preocupaciones y temores que les transmitió la Presidenta. No propias, sino de un gran número de ciudadanos que enfrentan la sensación de que, “otra vez, los dueños de la economía” se apoderan de la escena. La memoria colectiva dice que ninguna devaluación en la historia económica argentina fue “decidida” por un gobierno como parte de una estrategia previamente elaborada, un “plan” que formara parte del mandato popular, sino que fue imposición del poder económico. Algo, o mucho, de razón hay en esa creencia popular. Lo que se vieron obligados a explicar los funcionarios en la noche del miércoles es, justamente, por qué esta vez no será así. Y basándose no sólo en la voluntad política del Gobierno, sino en una exhaustiva exposición de la situación económica, sus perspectivas y el rol de ciertos actores en ese marco. Lo que sigue es un compendio de lo que, según pudo reconstruir Página/12, fueron los principales puntos tratados en el encuentro y los argumentos que apuntan a responder a lo que, en esa noche de Olivos, se definió como una “manipulación de grupos de presión, que intentan generar una situación de desorden en el mercado, con el propósito de llegar a una devaluación y quedarse con una parte mayor del excedente económico”.
Estos fueron algunos de los interrogantes y los argumentos expuestos en respuesta:
- ¿Cómo se explica la disparada del dólar marginal y la sensación de que ya no tiene precio?
“Los datos concretos y objetivos señalan que la situación macroeconómica de la Argentina es sólida y que no existen elementos que avalen oscilaciones violentas ni niveles tan fuera de línea en un mercado negro que, además de ser muy poco representativo, es ilegal. Pero los valores del mercado, en el corto plazo, también se determinan por expectativas, que pueden ser volátiles. Las expectativas, además, se alimentan de rumores, y pueden ser fácilmente manipulables por grupos de presión que buscan una devaluación sin correlato en los elementos fundamentales de la economía, para obtener una ganancia extraordinaria. Mientras menos representativos sean los mercados, más fáciles resultan de manipular.”
- ¿Por qué este ataque especulativo contra el peso no va a tener éxito como otros que se lanzaron en el pasado?
“Bajo ningún aspecto la situación actual es comparable a la de otros momentos de la historia argentina, donde los ataques especulativos ocurrían cuando la macroeconomía presentaba fuertes contradicciones y/o debilidades estructurales. Por el contrario, hoy los datos objetivos de la macroeconomía en general, y en especial del sector externo, no dan soporte concreto a picos desmedidos o excesiva volatilidad. Lo que sucede en el mercado marginal no puede ser lo relevante para la economía en su conjunto. La mayoría de las transacciones comerciales y financieras se cursan por el mercado único y el Banco Central cuenta con todos los instrumentos para mantener encausada su dinámica. Lo que se espera es que las maniobras especulativas puntuales que buscan generar una sensación de desorden terminen por fracasar a la larga o a la corta, porque no hay correlato en la situación objetiva para sostenerlas.”
- ¿Existe un retraso cambiario que justifique la presión de sectores exportadores por lograr una devaluación?
“El tipo de cambio real, si bien ya no se encuentra en los niveles de 2003-2007, sigue resultando más que compatible con un equilibrio en las cuentas externas. Tanto con respecto a una canasta de monedas como en particular respecto del dólar, los niveles de tipo de cambio son mayores que en los noventa. La actual política de flotación administrada es adecuada para mantener la dinámica del tipo de cambio requerida en cada momento de acuerdo con las condiciones del sector externo. Prueba de ello es el resultado de la cuenta corriente del balance de pagos que, en estos años, ha sido levemente superavitaria o neutra. Se ha preservado un muy significativo balance comercial, incluso en contextos de fuerte depresión en la economía mundial.”
- ¿La caída de las reservas internacionales no es un llamado de atención que alimenta los temores?
“Es cierto que en nuestro país las reservas han caído mientras que en otros países vienen aumentando. La contracara de muchos de esos procesos de acumulación de reservas es el ingreso de capitales financieros de corto plazo que, si bien compensan los desequilibrios en cuenta corriente, están generando muchos problemas en países de América latina y en otras naciones emergentes, obligando a los bancos centrales a salir a intervenir para evitar mayores apreciaciones cambiarias. Las reservas de Argentina, si bien se han venido reduciendo por el pago de deuda, o por la salida de depósitos en dólares de los propios argentinos, están mayoritariamente integradas por dólares comerciales, y éste es un dato cualitativamente distinto del de otras etapas históricas. En perspectiva, la caída no debería ser un dato preocupante. Bajo cualquier escenario, nunca la Argentina ha tenido un nivel tan alto de reservas, en comparación con sus necesidades efectivas de fondos externos.”
- ¿El nivel del gasto público o de emisión monetaria puede ser el origen de la tensión sobre el mercado cambiario, como explican algunos economistas que acusan al Gobierno por torpeza en el manejo de la economía?
“Argentina ha tenido en la última década importantes superávit fiscales. Esto difiere notablemente de la influencia negativa que pudo tener la cuestión fiscal en el pasado en relación con la especulación cambiaria. El muy acotado deterioro que tuvo la situación fiscal en 2012 obedeció a razones de estricta necesidad de atender, con políticas activas, una desaceleración económica para evitar que fuera aun mayor. Para este año, la estimación esperada de ingresos y gastos para el sector público no prevé un déficit de financiamiento que pueda generar una presión adicional. En cuanto a la programación monetaria para el corriente año, las principales fuentes de creación monetaria son el aumento del crédito y las compras de divisas, no la emisión. Un objetivo de la política del BCRA es aumentar la relación crédito-PBI que, habiendo pasado del 12 al 16 por ciento en dos años, sigue siendo aún uno de los niveles más bajos del mundo.”
- ¿El comportamiento especulativo en el mercado cambiario es una reacción a las medidas para combatir la fuga de divisas y la evasión? ¿Se podría haber evitado esta reacción?
“La implementación de un esquema de regulación más intenso en la cuenta capital del balance de pagos y en el mercado cambiario generó mucho ruido, y ése no es un elemento menor. Es un cambio estructural sustancial y hay reticencia de ciertos sectores a adaptarse a esta nueva realidad. Un cambio en los patrones de ahorro o en las formas que tienen ciertas transacciones o actividades –como la inmobiliaria por ejemplo– genera costos de reacomodamientos. Lograr una menor centralidad del dólar en la economía es una tarea compleja, pero es el objetivo. Las nuevas medidas de carácter fiscal que incrementan el control sobre la legalidad de los fondos que se gastan en el exterior, por ejemplo, pueden inducir a tensiones adicionales en el mercado cambiario, pero se encuentran plenamente justificadas tanto desde la óptica de la política económica como desde la perspectiva de transparencia y control fiscal al que se aspira. Es utópico suponer que una estructura muy consolidada como la economía en negro puede adaptarse rápidamente a los nuevos requerimientos. Es posible que una parte importante de agentes económicos estén dispuestos, durante un tiempo, a pagar un costo muy alto por mantenerse fuera del segmento legal. Incorporar estos actores en la economía formal es una tarea de largo aliento. La volatilidad cambiaria se mide en días; o semanas, como mucho.”

 http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-216497-2013-03-24.html

INFORME DE LA CNV EXPLICA COMO OPERO LA REPRESION EN LA CITY PORTEÑA


Combal y los negocios del Batallón 601

 
Fernando Combal era contador público, fue gerente de ventas y finanzas de Fiat Argentina y financista a partir de 1974. La CNV reconstruyó el caso a partir de una entrevista con su hijo.
Combal tenía otras empresas, además de Finsur SA, Carfina compañía financiera, Serfico SA, Cooperativa de Crédito Frutos y Pieles del País Ltda., Buselman SA, Raldeme SA, Ahorroplan SA, empresas en sociedad con Holfinco SAFIyM con Osvaldo Prisant y el banquero David Koldobsky, dueño de Casa América. Y también Urbaires SA, con Leandro Sánchez Reisse –integrante del 601 y su esposa Mariana Bosch, que fueron parte del grupo que lo secuestró–. Combal tenía vínculos con Graiver porque cuando cerró una financiera (Mefina) en 1976 tomó a gran parte de sus empleados para trabajar en Finsur SA. El informe se detiene, sin embargo, en la red empresaria y los vínculos con los secuestradores: Sánchez Reisse y el Japonés Luis Alberto Martínez, también del 601, prófugo hasta el año pasado.
Combal conoció a Sánchez Reisse a “consecuencia de tener oficinas en el edificio de avenida Santa Fe 962”. Sánchez Reisse se dedicaba a las relaciones públicas de su empresa Argenshow SA, fundada en 1976, mientras que Combal tenía Asesoría Turística SRL. “Comienzan a frecuentarse cuando Sánchez Reisse va a la agencia a comprar unos tickets y conversando con Combal surge la posibilidad de que financiara un viaje del cantante Paul Williams a la Argentina. De estos encuentros se crea Urbaires SA”. Según una integrante del directorio, “en un momento la empresa comienza a ir mal porque Sánchez Reisse trae a dos nuevos capitalistas que había conocido en el Bar 05 y que se apodaban Piripipí y el Japonés (el represor Luis Alberto Martínez)”. Años después, el grupo económico compuesto por Combal, el banquero Koldobsky y Prisant sufre una serie de secuestros: Koldobsky es secuestrado por primera vez en enero de 1979; el 13 de marzo, Prisant, dueño además del banco de San Miguel; y el 8 mayo Combal, por el lapso de un día y por el cual se paga casi un millón de dólares de rescate. Según su declaración del día siguiente, le preguntaron por Finsur, los “hermanitos Graiver” y arreglaron el rescate que pagó su socio. Dijo que uno de los secuestradores, antes de irse, le dijo que lo “había entregado una ratita, que seleccionara mejor a sus amigos y no comentara asuntos personales”.
Según su hijo, estuvo en Automotores Orletti, a cargo de Aníbal Gordon y la patota que operó con los secuestros extorsivos en ese momento y después. Sin embargo, para los investigadores judiciales, estuvo secuestrado en una casa del Japonés Martínez, porque para la época Orletti ya estaba cerrado. En su caso actuó además Rubén Bufano, de Orletti. Los efectos de eso continuaron. El 19 de febrero de 1981, volvieron a secuestrar a Koldobsky, su esposa viajó a Suiza para entregar el rescate pero los secuestradores nunca llegaron, porque a esa altura habían sido detenidos: el Japonés Martínez y Bufano, también cayó Leandro Sánchez Reisse. Combal viajó a reconocerlos.
Para la CNV, existe una relación con la Policía Bancaria –que intervino en secuestros y otros casos de lucha contra la “subversión económica”–. Sánchez Reisse declaró en alguna ocasión que fue convocado por el coronel Gatica a una reunión a la que asistieron miembros del Batallón 601 y de la Policía de la Provincia de Buenos Aires como el mayor Guastavino, Bufano y el Japonés Martínez. Era 1980. Gatica les habría comunicado la decisión “impostergable” de “aniquilar la subversión económica”. Dijo que por eso le encomendaron una investigación sobre el origen de muchos fondos negros y productos de malversaciones en bancos y financieras. (CNV, tomado del libro de Juan Gasparini.) En ese sentido, el Informe indica: “Existe un grupo de pertenencia a un mismo grupo de tareas entre Sánchez Reisse, Guglielminetti –ambos pasaron por Orletti–. Guglielminetti participó con Gatica en los secuestros relacionados al Banco de Hurlingham, La Agrícola, Siderúrgicas Grassi, Bolsa de Valores de Buenos Aires”. En los ’80, se dijo que Guglielminetti tenía negocios en Bahamas con Sánchez Reisse.

La trama financiera de la última dictadura

Secuestros de empresarios, desapoderamiento de bienes. El terrorismo de Estado también se ocupó de barrer con lo que consideró la “subversión económica”. Adelanto exclusivo del análisis de más de 500 actas del directorio, legajos y entrevistas con las víctimas.


 Por Alejandra Dandan
El avance de los juicios de lesa humanidad permite conocer nuevas facetas de la última dictadura, incluso empezar a entender el impacto que tuvo en la city porteña, “descontrolada” por el efecto financiero de las políticas de José Alfredo Martínez de Hoz. A raíz de los pedidos de distintos juzgados por la actuación de un grupo de funcionarios durante la última dictadura, la Comisión Nacional de Valores, que encabeza Alejandro Vanoli, creó una oficina de derechos humanos que durante el último año analizó mas de 500 actas del directorio, relevó legajos e hizo entrevistas a una serie de empresarios que fueron secuestrados y desapoderados luego de investigaciones que encaró el organismo en el período 1976-1983. El informe que Página/12 adelanta en exclusivo se presentará mañana. Entre otros datos, señala, por ejemplo, a partir de un primer relevamiento, que el número de empresarios, financistas y agentes de Bolsa secuestrados durante la ultima dictadura asciende a 130, 11 de ellos están desaparecidos. En algunos casos, existió el secuestro completo de directorios y de empleados y el desapoderamiento de bienes. El análisis indica que el pico más alto se produjo a partir de 1978-1979, en coincidencia con la caída del número de desapariciones e ingresos de NN a los cementerios de militantes políticos y sociales. Para la CNV, esto podría ser pensado como una segunda etapa de la represión: “El hecho de que la lucha contra la ‘subversión’ en gran parte estuviera cumplida dejaba una estructura represiva libre para ser utilizada para otros fines”.
El corazón del informe preliminar de la Comisión Nacional de Valores –elaborado por una antropóloga, un historiador y un sociólogo– describe la política de Martínez de Hoz, muestra el caso Acindar y Papel Prensa (ver aparte) y se ocupa de analizar las actas, muchas de las cuales se exponen públicamente por primera vez, para mostrar cómo funcionó el sistema financiero durante la dictadura. En ese esquema, aparece una CNV actuando bajo un doble estándar que articula lo legal con lo clandestino. Por un lado, investiga operaciones financieras fuera de los parámetros de aquella legalidad (o blanquea operaciones a través de omisiones de datos, como sucedió en Papel Prensa). Pero, por otro lado, articula sus investigaciones operativamente con áreas como el Primer Cuerpo del Ejército y envía peritos en “comisión” a Campo de Mayo para interrogar a los empresarios secuestrados. Las denuncias muestran a los interventores en centros clandestinos. Esta “embestida sistemática contra las empresas”, de acuerdo con el informe, se dio en un mundo de roles y poderes cruzados, donde se jugaron internas, y en el que, en algunos casos, secuestrados y secuestradores compartieron espacios de poder.

La CNV

La CNV es una entidad autárquica y tiene jurisdicción en todo el país. Se creó en 1968, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, para “velar por la transparencia de los mercados de valores y la formación de precios”. A partir del 24 de marzo de 1976 quedó intervenida. Juan Alfredo Etchebarne fue designado presidente el 10 de junio de 1976, pero hasta ese momento era abogado, amigo y nombrado por el ministro de Economía Martínez de Hoz, ubicado como parte del Grupo Azcuénaga y había sido gerente de Control de Legalidad de la CNV entre 1969 y 1972. Otro directivo activo durante el terrorismo de Estado fue René Garris, del área de Legales. Los dos están denunciados por haber presenciado interrogatorios. El organismo reunió, además, a civiles con militares: las Fuerzas Armadas tuvieron intervención desde el comienzo y a partir de 1979 representación completa de las tres armas. Ese es, para el informe, un “año bisagra”: el período más álgido de denuncias e intervenciones de la CNV entre empresas y empresarios.
Desde 1976, la CNV se concentró especialmente en cuatro casos: Banco de Hurlingham, Siderúrgicas Grassi, La Agrícola y compra venta de acciones de Celulosa y Canale. Todas tenían el doble estándar de ser empresas y financieras y están atravesadas por la sombra del Grupo Graiver, que aparece una y otra vez en las actuaciones de la CNV. El modo en que el organismo operó frente a esas empresas, como revisor de actividades que efectivamente parecían fuera de control, permite entender el sistema de intervención más general y cómo lo legal se combinó con lo clandestino.
En estos casos, la CNV hizo investigaciones y encuadró muchas de las operaciones como infracciones a la Ley de Seguridad Nacional y Subversión Económica. Hizo allanamientos, tomó de declaraciones en su sede, hizo denuncias judiciales y repitió idénticas denuncias en espacios castrenses. La presentación de las denuncias en el Primer Cuerpo del Ejército derivó en el secuestro de empresarios, financistas y agentes de Bolsa relacionados con esas empresas. “Muestra algo interesantísimo, que son los poderes del Estado funcionando a pleno y cruzados”, dice Bruno Napoli, integrante de la oficina de derechos humanos del organismo. “La CNV, como mecanismo estatal, regula el mercado de capitales, interviene en un caso extraño, complejo, ve causas que son reales y existen, había maniobras que no eran claras, una compra sin fondos y venta de una deuda, cita a dar testimonios a todos, le da lugar a la Justicia y al Ejército, que es el Ejecutivo, y finalmente los poderes avanzan sobre todos, cada uno a su manera y de acuerdo a los intereses que tenían”.
Los funcionarios de la CNV alcanzados por denuncias judiciales de ese período son Etchebarne y Rene Garris. Raúl Aguirre Saravia, de La Agrícola, declaró que Etchebarne y Garris lo interrogaron en un centro clandestino cercano a la Ricchieri. Enrique Lucio García Mansilla, del Banco de Hurlingham, declaró que Etchebarne lo interrogó en Campo de Mayo. Rosa Dominga Laurito manifestó que “Etchebarne, que era socio de Martínez de Hoz, estaba intentando destruir Industrias Grassi. El presenciaba las torturas; a Raúl Grassi le tiraron un termo de agua hirviendo en el pantalón, él me contó que en esa oportunidad estaba Etchebarne”.
Además de ellos, las denuncias incluyen a un grupo de cuatro peritos que concurrió en “comisión a Campo de Mayo” a pedido del coronel Roberto Leopoldo Roualdes durante el período en el que fueron secuestrados el grupo de Hurlingham, Siderúrgicas Grassi y La Agrícola. Los peritos son Julio Spinoza, Horacio Muñoz, Carlos Berini y Pedro García.
“El Ejército pide cuatro peritos para que cumplan horarios de oficina en Campo de Mayo y discuten si les van a pagar o no viáticos”, indica Walter Bosisio, también integrante del equipo que elaboró el Informe. “Los peritos no preguntaron por qué tenían que ir; van y colaboran. El Ejército tiene 20 o 30 personas, dueños de empresas, pero no sabe qué preguntar. Allí la CNV entra a colaborar aportando peritos que son contadores y abogados que saben qué tiene cada uno”. Los peritos recibieron más tarde una carta de agradecimiento y felicitación de Roualdes por las tareas cumplidas con “tanto esmero”.

El mapa

Uno de los méritos del informe es la intención de empezar a trazar un mapa más amplio sobre el secuestro del sector empresario. Allí no están solo los casos en los que intervino la CNV, sino todos: los que cotizaban en Bolsa y los que no. Están los grupos secuestrados entre 1976 y hasta 1983. En el primer momento, las víctimas parecen ser más “empresarios” netos, y son los casos más conocidos: Cerro Largo por Chacras de Coria, Papel Prensa, del Grupo Graiver (16 personas) y Mackentor (34 personas secuestradas) en Córdoba. Luego aparecen aquellos que también son financistas. Ese es de hecho el momento “más álgido” de intervención de la CNV. “El secuestro a empresarios y financistas implicó una dinámica represiva en algún punto particular y diferenciada respecto de aquellos que fueron desaparecidos por razones políticas y sociales, entre otras”, indica el Informe. “En un primer lugar, el objetivo de los secuestros era detectar el aspecto económico de la ‘subversión’ en dos sentidos”:
1) Una parte de los secuestros se dirigió a buscar el dinero de organizaciones consideradas “guerrilleras” o “subversivas”.
2) Otra parte buscó operatorias empresariales que supuestamente “atentaran contra la economía argentina”. Esta idea también se lee como “causa” o “excusa” de una dinámica que incluyó “iniciativas privadas”
Para el caso 1 se recuerdan testimonios de algunos empresarios: Marcelo Augusto Chavanne (Grupo ChavanneGrassi) indicó que el interventor de la CNV Juan Alfredo “Etchebarne impulsaba a descubrir los 20 millones de Montoneros”. Luis Taub (Hotel Liberty) dijo: “El secuestro se produce por supuesto manejo de dinero del movimiento uruguayo Tupamaros”. O los hermanos Carlos y Alejandro Iaccarino: “En los interrogatorios nos preguntaban por nuestros vínculos con el ERP”.
Entre los secuestros producidos por “subversión económica” contra el mercado argentino, el Informe piensa, por ejemplo, en Industrias Siderúrgicas Grassi. Un acta del directorio de la CNV indica: “Tratándose de una empresa que reviste importancia estratégica en el campo de las ferroaleaciones –dice el directorio, un eventual quebranto atentaría sobre el orden económico y social no sólo por su importancia económica (...) y fuente de trabajo, sino también por la necesidad estratégica de sus productos (...) Dadas estas condiciones, el hecho denunciado por la CNV califica como de infracción a la Ley de Seguridad 20.840”.
Otra característica de los secuestros que empiezan a verse a partir de 1978 y 1979, según el recorte del Informe, es que en general son hombres muy conocidos de la city, personajes públicos, dueños de bancos y financistas que tienen voz programas de televisión. La city, en ese momento, es un mundo en el que se conocen todos. Y un elemento que parece tener muchos casos es que secuestrados y secuestrados se conocen o por relaciones empresarias o porque comparten espacios sociales o de poder. A modo de ejemplo señalan el caso de Eduardo Saiegh (banco Latinoamericano) o Fernando Combal (Finsur SA).
“Cuando secuestran a Eduardo Saiegh, dos directivos del banco se plantan en Casa de Gobierno y salen a hacer una denuncia en los medios: los que piden por él son el general Jorge Shaw y Bernardo Grinspun. Y esto muestra que entre víctimas y victimarios había muchas veces un espacio común de poder, económico, de relaciones políticas, sociales y familiares. Iban al Lawn Tennis Club”, dice Celeste Perosino, del equipo de investigación de la CNV.
El padre de Enrique Mansilla, uno de los secuestrados por el Banco de Hurlingham, pertenecía a la Marina y al Grupo Azcuénaga, como Etchebarne. Fernando Combal, de Finsur SA, fue secuestrado por una banda de la que participó Leandro Sánchez Reisse, del Batallón 601, con el que Combal tenía empresas y hacía negocios. Finsur SA era una financiera muy conocida, Combal era un prestamista de opinión de los que podía ser invitado al programa de Mirtha Legrand.
Otro elemento del Informe permite pensar por qué caen ellos y por qué a partir de 1978. “La multiplicación de bancos privados de capital nacional, que pasan de 68 a 152 en tres años, y su reflejo en los actores del sistema financiero con banqueros, financistas, agentes de Bolsa, casas de cambio es una modificación brusca en un mercado de capitales chico controlado hasta ese momento por una CNV cuyo instrumento de acción era la vieja ley de Onganía N 17.811”, indica Napoli. “Es dable pensar que cuando la dictadura genocida comienza a cambiar su discurso respecto de sus crímenes y a hablar de ‘fin de la guerra contra la subversión’ o ‘los desaparecidos están muertos’, también comience a apuntar sus cañones de control y rapiña contra un mercado financiero que, para la mirada de quienes ocupaban espacios de decisión, se había descontrolado. Podría plantearse que el aparato represivo, los grupos de tareas, viraron su atención de la ‘subversión’ a la ‘subversión económica’ a partir de 1978, para el secuestro de empresarios y su desapoderamiento de bienes”.
En las conclusiones del Informe se trabaja además con la hipótesis de que una de las razones que influyeron en este tipo de secuestros fue la iniciativa privada. “El hecho de que los militares consideraran que la ‘lucha contra la subversión’ estuviera en gran parte cumplida, dejaba una estructura represiva, tanto represores como dependencias, libres para ser utilizados para otros fines. Esto implica, por ejemplo, la realización de secuestros de ‘iniciativa privada’ por determinadas bandas que se organizaron dentro de la estructura represiva”. Esto también puede seguirse de cerca mirando los nombres de los secuestradores de empresarios. Dos grupos sobresalen por la frecuencia de casos: uno, que operaba en Campo de Mayo, encabezado por el general Leopoldo Roualdes e integrado por Francisco Obdulio D’Alessandri, Raúl Guglielminetti y Víctor Rei (Banco de Hurlinghan). Y otro más operativo a partir de noviembre del ’78, en el que estaban Rubén Bufano, Leonardo Sánchez Reisse y Luis Alberto Martínez (Orletti). Muchos aparecerán años más tarde en secuestros extorsivos durante la democracia.

 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-216504-2013-03-24.html

domingo, 24 de marzo de 2013

Cientos de miles de muertos después…

EE.UU. amenazó a Saddam con hacer retroceder a su país “hasta la Edad de Piedra”… y va camino de lograrlo.
“La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien.” No, no es una frase de George W.Bush, aunque la hubiera suscrito con las dos manos. La dijo hace casi 2.500 años Sun Tzu en El arte de la guerra, un libro de cabecera del 43º presidente de Estados Unidos.
Las enseñanzas de aquel estratega militar y filósofo chino sobre la importancia de las mentiras y la propaganda de guerra para conquistar la victoria, serían vitales para el presidente republicano que al iniciarse el siglo XXI lanzaba su planetaria “cruzada contra el terror”.
En la noche del 16 al 17 de febrero de 2001, a menos de un mes de haber asumido el poder, 24 aviones estadounidenses y 4 británicos bombardeaban por primera vez desde 1998 fuera de la zona de exclusión aérea impuesta a Irak tras la primera Guerra del Golfo de 1991. Los ataques destruyeron centros de mando, estaciones de radar y baterías antiaéreas en el extrarradio sur de Bagdad, densamente poblado.
Bush advertía ya entonces: “Vamos a vigilar a Saddam muy de cerca y si descubrimos que está fabricando armas de destrucción masiva, tomaremos las medidas apropiadas”.
Meses después, los atentados del 11-S le darían la excusa para hacer sonar los tambores de guerra. El 21 de noviembre ordenaba a su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, que “actualizara” el plan de ataque a Irak, un dossier siempre a mano en un cajón del escritorio del jefe del Pentágono. La justificación era lo de menos. Se acusó a Saddam de estar aliado de Bin Laden y los talibán –archienemigos de Irak– y el 29 de enero de 2002, durante su discurso del Estado de la Nación, Bush situó a Irak como parte del “Eje del Mal”, junto a Irán y Corea del Norte.
La guerra mediática se intensificaría cada vez más y el 20 de marzo de 2003, Estados Unidos, con el apoyo del laborista Tony Blair y del derechista José María Aznar, comenzaría los devastadores bombardeos contra Bagdad a pesar del rechazo de Alemania, Francia y la ONU. Se iniciaba la operación Conmoción y Espanto.
Bush junior intentaba así acabar la obra que su padre dejó inconclusa en la primera Guerra del Golfo de 1991. Y logró, sí, derrocar a Saddam en pocos días y capturarlo posteriormente, pero estuvo muy lejos de hacer que Irak fuera “un modelo para el Gran Oriente Medio” como prometió.
Años después, Barack Obama, al ordenar el comienzo del repliegue de las tropas de Estados Unidos de Irak, reivindicó la obra de su predecesor republicano y se atrevió incluso a asegurar que se dejaba un país “más estable y democrático”.
En una reunión en Ginebra en 1991 con el titular de Exteriores de Irak, Tarek Aziz, el secretario de Estado de Bush padre, James Baker, le advirtió: “Haremos volver a Irak a la Edad de Piedra”. Diez años después del inicio de la segunda guerra contra Irak, ése pareciera ser el futuro de este país.
Aquel Irak industrializado de los años ’70, uno de los más desarrollados de toda la región y con la Constitución más avanzada del mundo musulmán, es hoy un país con una economía y una infraestructura destrozada, envuelto en una espiral de violencia imparable, con tres millones de sus habitantes desplazados de sus hogares hacia otras regiones del país y 2,5 millones huidos a países vecinos, según la ONU.
El Indice de Percepción de la Corrupción 2012 de la Ong Transparency International dado a conocer días atrás, sitúa a Irak y Afganistán entre los diez países más corruptos del mundo. El gobierno iraquí no es el que hubiera querido Estados Unidos, ni que el islamismo hubiera ganado tanto terreno. De mayoría chií, el gobierno mantiene buenas relaciones con Irán, el gran demonio para Washington desde hace tres décadas.
Sin embargo, Washington sí ha conseguido que el Gobierno de Bagdad deje en manos de multinacionales estadounidenses y británicas la explotación de su petróleo y su gas, así como las multimillonarias obras de reconstrucción.
Numerosas corporaciones reconstruyen –y cobran a precio de oro por ello– lo que los ejércitos de sus países han destruido previamente. Y miles de mercenarios contratados por el Pentágono cobran suculentos sueldos por defender esas obras de los atentados.
El sistema educativo, que en los años ’80 había merecido un premio de la Unesco –Saddam era todavía bueno– ha sufrido una dura regresión. Gran parte de las escuelas y universidades fueron destruidas, muchos de los maestros y profesores asesinados, los recursos humanos y materiales escasean.
La sanidad pública corrió una suerte similar; cientos de centros de salud primaria y hospitales están destruidos, muchos de los médicos asesinados, falta instrumental, medicamentos básicos, recursos. Buena parte de la población carece de agua potable, el suministro de electricidad es discontinuo, el transporte público casi inexistente.
Según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social iraquí, hay 4,5 millones de niños huérfanos, 600.000 de los cuales viven en la calle. Las cifras de muertos y desaparecidos en esta última década oscilan, según las fuentes, entre el medio millón y el millón de personas.
Pero nadie ha respondido ni política ni penalmente por los masivos crímenes cometidos en Irak desde la invasión de 2003. La sistemática tortura a los detenidos por parte de las tropas estadounidenses, británicas y de otros países aliados, los miles de civiles muertos a causa de los daños colaterales provocados por las bombas o los drones de Bush –y ahora de Obama– siguen impunes.
España se ha conmocionado estos días al revelarse un video (http://politica.elpais.com/politica/2013/03/15/actualidad/1363371190_083683.html) en el que se ve a algunos de los militares que envió Aznar a Irak golpeando brutalmente a inicios de 2004 a detenidos en la base principal que tuvieron en ese país, la de Diwaniya. Sin embargo, era un secreto a voces que los abusos, torturas, cuando no asesinatos, eran parte del protocolo de las fuerzas extranjeras ocupantes.
Estados Unidos, como Reino Unido y otros países aliados se limitaron a condenar –con leves penas de prisión– a un puñado de soldados y suboficiales por casos de torturas y abusos que no pudieron evitar salieran a la luz pública, como el de la prisión de Abu Ghraib. Sin embargo, ninguno de los muchos responsables políticos y militares de esa programada y masiva violación de los derechos humanos en pleno siglo XXI ha tenido que responder por ello.
Y la ONU, la UE, la OTAN, el Parlamento Europeo y demás organismos internacionales, han participado de esta omertá. El Tribunal Penal Internacional de La Haya –no reconocido por Estados Unidos–, único organismo mundial con capacidad para juzgar crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio, tampoco adoptó ninguna medida al respecto.
A medida que las tropas extranjeras se retiren de Irak, dejando a sus 32 millones de habitantes librados a su suerte tras haber destruido su país, se hablará menos de Irak, como de Afganistán. Ya están entre los principales estados fallidos en la lista Failed States Indez de la Fund for Peace estadounidense. Afganistán ocupa el sexto lugar e Irak el noveno,
Irak, centro de la antigua Mesopotamia, cruce del Tigris y el Eufrates donde nació la escritura, cuna de la civilización, dejará de existir, al igual que Afganistán, para nuestro civilizado mundo.

 http://sur.infonews.com/notas/cientos-de-miles-de-muertos-despues%E2%80%A6

EN 2005 PEREZ ESQUIVEL PEDIA AL ESPIRITU SANTO QUE BERGOGLIO NO FUERA PAPA

 Se equivocó la paloma
En 2005, Pérez Esquivel dijo que el “ambiguo” Bergoglio creía que el trabajo con los pobres era cosa de “comunistas, subversivos, terroristas” y rogó al Espíritu Santo que estuviera bien despierto en el cónclave y no se equivocara. Esta semana, alguien muy parecido a él se abrazó con el papa Francisco y consideró erróneas mis afirmaciones sobre Bergoglio. Un rapto de unanimidad sin espacio para argumentos o disidencias, como en el Mundial o Malvinas. La prensa mundial divulga lo que aquí es tabú.


 Por Horacio Verbitsky
El 15 de abril de 2005, los cardenales llegaban desde todo el mundo a Roma, convocados para elegir al sucesor de Juan Pablo II como obispo de Roma. En el canal América, los periodistas Rolando Graña, Román Lejtman y Facundo Pastor citaron para su programa, Informe central, a la Madre de Plaza de Mayo Marta Ocampo de Vázquez, al Premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, y a mí. Las imágenes son acompañadas por la leyenda “El Papable. El oscuro pasado de Jorge Bergoglio”. Aparecen los documentos de mi investigación, con la firma y el sello de Bergoglio, mientras yo explico lo mismo que vengo repitiendo desde entonces. Pérez Esquivel recuerda que muchos obispos tenían un doble discurso, que cuando estaba detenido los obispos le decían a su esposa que intercederían por él “y después hacían todo lo contrario”. La pregunta concreta es sobre el desempeño del cardenal argentino. Sin dudar, Pérez Esquivel responde que “la actitud de Bergoglio se inscribe dentro de todas estas políticas de pensar que todos aquellos que trabajaban socialmente con los sectores más pobres, más necesitados, eran comunistas, subversivos, terroristas”. Marta Vázquez niega que Bergoglio haya hecho algo por la libertad de los sacerdotes Orlando Yorio y Franz Jalics. “El quería que desaparecieran totalmente.” Los periodistas piden opiniones sobre la posible elección del ex jefe jesuita. Pérez Esquivel responde con seguridad: “Un papa tiene que tener definiciones muy claras, muy concretas. Bergoglio es un hombre inteligente, es un hombre capaz, pero es una persona ambigua. Espero que el Espíritu Santo ese día esté despierto, y no se equivoque”.
El 18 de abril, los 115 cardenales se encierran en la Capilla Sixtina. Los temores de Pérez Esquivel están cerca de concretarse. Según su autobiografía, El Jesuita, Bergoglio fue el principal competidor de Joseph Ratzinger, quien resultó electo cuando el argentino decidió “dar un paso al costado” y pedir a todos que votaran por el alemán. Pérez Esquivel puede respirar tranquilo. El Espíritu Santo se mantuvo despierto, y el cardenal ambiguo que consideraba comunistas, subversivos, terroristas a quienes hacían trabajo social, vuelve a Buenos Aires como Arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal, mientras Ratzinger comienza su pontificado como Benedicto XVI.

Ocho años no es nada

En 2010, la revista alemana Der Spiegel proclama “el papado fallido” de Benedicto XVI y anticipa su posible alejamiento y retiro a un monasterio, para hacer penitencia por su fracaso. Al mismo tiempo, en Buenos Aires, Bergoglio publica su libro de autoalabanzas, en respuesta a las acusaciones que yo documenté y que Pérez Esquivel le formuló en aquel programa. El 11 de febrero de este año, el anticipo se concreta. Ratzinger anuncia en latín desde San Pedro que carece de vigor tanto del cuerpo como del espíritu para ejercer su ministerio y que lo abandonará a partir del 28. El 12 de marzo los cardenales se encierran bajo los frescos bíblicos de Miguel Angel y al día siguiente la chimenea arroja el esperado humo blanco. Bergoglio se asoma a la ventana histórica y anuncia en un italiano campechano que ha elegido el nombre de Francisco, porque un cardenal amigo le pidió que no se olvidara de los pobres. Ahora que el Espíritu Santo se distrajo como él temía, ¿qué dirá Pérez Esquivel? Su primera declaración afirma que otros obispos colaboraron con la dictadura, pero no Bergoglio, que a lo sumo no fue demasiado enérgico en la defensa de los derechos humanos. El Papa lo invita a visitarlo. Alguien muy parecido a Pérez Esquivel se reúne con Francisco en el Vaticano, el jueves 21. Hablan de la pobreza y de los derechos humanos, que no se agotan en los juicios por los crímenes dictatoriales, y se despiden con un porteño abrazo. Al salir, con la cúpula de San Pedro a sus espaldas, el visitante recibe a los periodistas. Está radiante de satisfacción. “Quizá Bergoglio no acompañó en la lucha, pero sí hizo una diplomacia silenciosa. Creo que Verbitsky comete muchos errores con acusaciones de ese tipo”, dice. ¿Qué ha ocurrido? ¿Es posible que un impostor se haya hecho pasar por el Premio Nobel de la Paz y haya engañado a la seguridad vaticana, al Papa y a los periodistas y que imite tan bien la voz característica del fundador del Serpaj? Mientras se esclarece si era él o no, son útiles algunas precisiones. Los cargos los formularon las víctimas de los secuestros de mayo de 1976. Yo me limité a reproducir lo que los tres escribieron (Yorio en una carta dirigida en 1977 al superior general de la Compañía de Jesús a través de su asistente; Mignone en su libro Iglesia y dictadura, de 1986, y Jalics en su obra de 1994, Ejercicios de Contemplación. Introducción a la forma de vida contemplativa y a la invocación a Jesús). También publiqué la versión autoindulgente de Bergoglio y entrevisté a Yorio, a Jalics y a la viuda de Mignone, Angélica Sosa, de modo que mi presunto error no estaría en los hechos, sino en haberlos publicado. Entramos en el terreno del delito de opinión. Distinto es el caso de Alicia Oliveira, que siempre ha dicho lo mismo de su amigo, padrino de bautismo de uno de sus hijos, porque vio a Bergoglio ayudando a sacerdotes en riesgo, está convencida de que en todos los casos actuó del mismo modo y considera infame cualquier demostración en contrario. Para estar a tono con el momento, perdono todo lo que ha dicho, pero no puedo tomarlo como un aporte al debate. Ella ya sostuvo la misma polémica con Mignone y cuando escribí sobre el tema consigné con todo detalle la posición de cada uno, con el respeto que ambos me merecen, igual que Pérez Esquivel. Para salir de dudas, se incluye aquí el link a la entrevista de 2005 en la que Pérez Esquivel reza para que no sea electo ese hombre ambiguo que denuncia el trabajo social como subversivo y terrorista (http://youtu.be/Qu2iET8fc5s). No hay mucho más que decir.

Tras un manto de neblina

De tanto en tanto, la sociedad argentina es atacada por raptos de euforia en los que un tema central reclama la unanimidad de las voluntades y la exclusión de los disidentes, como si su mera existencia ofendiera la exaltada sensibilidad colectiva. Ese poder hipnótico parece capaz de abolir diferencias, historias personales e intereses sociales. El que no salta es un inglés, o un holandés, o un cuerpo extraño a la Nación y enemigo del pueblo.
Los hijos de dos queridos compañeros pasaron en mi casa la tarde del invierno de 1978 en que terminó el campeonato mundial de fútbol. Una oleada humana con banderas bloqueaba las calles y en gran parte de la ciudad no circulaba el transporte. El nene, de cuatro años, caminaba aferrado a mi mano. Desde abajo miraba con recelo ese espectáculo desconocido. La nena, de un año y medio, pidió una banderita, con la que montada sobre mis hombros se sumó a la algarabía. Cuando llegamos caminando a la casa donde vivían, estaba el televisor prendido y la abuela repetía pasos de comparsa con una vincha y una bandera.
–Ahora que llegaron voy a salir yo a festejar, para que en Europa vean que aquí no corren ríos de sangre –dijo.
Sólo atiné a responder:
–¿No corren?
El hechizo se disipó y reaparecieron los contornos de la realidad brutal: el altar en la ventana, consagrado al padre de los chicos, asesinado nueve meses antes por el Ejército, velas encendidas y la carta de la madre, con el cuento infantil que le permitieron dibujar en el campo de concentración del que jamás regresó.
El obispo José Miguel Medina defendió los miles de millones de dólares que costó organizar el torneo, por “haber reflotado la argentinidad”. Sobre todo le entusiasmaba el uso de los colores de la bandera, que hizo “brillar por su ausencia los símbolos extraños de cierto rojo y de ciertas estrellas”.(1) Los católicos liberales de la revista Criterio (que dirigía el sacerdote Rafael Braun Cantilo, amigo de la familia Zorreguieta y confesor de la princesa Máxima, y en cuyo consejo asesor participaban el crítico de arte de Clarín, Fermín Fèvre, y el ahora columnista de La Nación Natalio Botana) objetaron que las denuncias sobre los campos clandestinos de concentración eran parte “de una batalla sobre la opinión pública”. (2) Interpretaron los festejos como “una opinión colectiva respecto de la forma en que era tratada, y maltratada, la patria en el extranjero. Una suerte de razón pública expresó su hartazgo por la crítica grosera, interesada o de mala fe”.(3) El ex decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires y luego obispo Carmelo Giaquinta reflexionó en forma implacable sobre su conducta de aquel día, cuando festejó en la calle con sus alumnos al grito de El que no salta es un holandés. “¿Posible? Yo, que en mi vida fui sólo dos veces a la cancha, que apenas entiendo una pizca de fútbol, gritando como un estúpido, haciéndome cómplice del silencio que con ese triunfo se tendía sobre todos los crímenes de lesa humanidad. Merecería un tribunal como el de Nüremberg. [...] La misma Comisión episcopal de Migraciones y Turismo, ¿cómo no fue más crítica de la situación y sacó, en cambio, una declaración de apoyo al Mundial? [...] No tuvo que haber olvidado jamás que el escenario del Mundial era esta Argentina que tenía la obligación de estar de luto”. (4)
No sólo en las calles se gozó la fiesta de todos. El 29 de junio, el nuncio apostólico Pio Laghi reunió al Episcopado con la Junta Militar, algunos generales de la represión y dirigentes políticos. –Es la resurrección de la clase media –comentó el cardenal Raúl Primatesta.
–Es que antes la calle era de otros –completó Videla. (5) Varias veces, Laghi usó esos contactos para interceder por algunos casos especiales, como el licenciado en Letras Carlos Grosso, profesor en la Universidad jesuita de El Salvador. Grosso fue secuestrado durante el campeonato mundial y su empleador, Franco Macrì, intercedió por él ante el nuncio. Luego de una consulta, Laghi respondió que Grosso sería liberado en cuanto se borraran las huellas de las torturas que había padecido. Así fue. (6)
Aquella locura colectiva se repitió en 1982 con el desembarco en las islas Malvinas, apenas dos días después del salvaje castigo a una manifestación por pan, paz y trabajo. Hasta los perseguidos por la dictadura festejaron y ofrecieron su colaboración para la empresa patriótica, sin importar que el Comandante-Presidente fuera el ex jefe del campo de concentración rosarino de la Quinta de Funes y que los oficiales jefes que condujeron a las tropas hubieran participado en la represión clandestina, entre ellos Alfredo Ignacio Astiz y Mohamed Alí Seineldín, sobre quienes los apologistas inventaron historias conmovedoras, como la resistencia clandestina de los inexistentes Lagartos o los rezos que detuvieron la tempestad y llevaron a bautizar el operativo bélico como Virgen del Rosario. Mientras aquí se celebraba un ficticio reencuentro de pueblo y Fuerzas Armadas, desde su exilio europeo Raimundo Ongaro hacía llegar advertencias sobre lo que estaba por ocurrir, que nadie tenía interés en escuchar. Quienes sentían en forma más aguda ese extravío eran los soldados que fueron expedidos a las Malvinas sin vestimenta ni equipamiento adecuados, cuando escuchaban por la radio las versiones triunfalistas sobre lo que estaban padeciendo e incluso el entusiasmo que se extendía a los partidos del nuevo campeonato mundial, que se jugó en los días de la batalla. Pero llegó la resaca, como llegará ahora, y lo que quedó de aquellas jornadas fue la foto de una solitaria Madre de Plaza de Mayo en medio de la muchedumbre con un cartel que decía: “Las Malvinas son argentinas. Los desaparecidos también”.
(1) AICA, Boletín 1128, 3 de agosto de 1978, p. 10.
(2) “Vivir el Mundial”, Criterio, N 1789, 8 de junio de 1978.
(3) “Un triunfo para la paz”, Criterio, N 1791, 13 de julio de 1978.
(4) Carmelo Giaquinta, “Un obispo se confiesa”, revista Umbrales, editada por los padres dahonianos, Nº 62, mayo de 1996.
(5) “La calle era de otros”, Extra, Nº 157, julio de 1978.
(6) Luis Majul, Los dueños de la Argentina, Sudamericana, Buenos Aires, 1992, p. 139.


 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-216484-2013-03-24.html


Papamanía



 Por Horacio Verbitsky
El campeonato mundial de fútbol y la invasión a las Malvinas ocurrieron durante la última dictadura, que los manipuló con su propaganda abrumadora. Hoy, en cambio, existen un gobierno legítimo y una oposición activa, funcionan el Congreso y la Justicia y la prensa es libre de publicar lo que le plazca. Pese a ello, la Papamanía de la última semana pertenece al mismo orden de cosas de aquellos episodios de hace tres décadas. Hasta se dispararon las ventas de remeras y bijouterie con cruces. Tanto el gobierno como la oposición coinciden en cortejar al nuevo obispo de Roma, de un modo tan desembozado que ayuda a entender por qué en otros períodos de la historia la Iglesia se sintió con derecho a intervenir en la vida política del país. Para unos será el líder espiritual que respalde las políticas de lucha contra la pobreza que lleva adelante; los otros se ilusionan con que fulmine al kirchnerismo con el mismo anatema que Perón lanzó en 1974 contra la tendencia revolucionaria. Son razonamientos tan ingenuos y prepolíticos como los de quienes imaginaban que el color de la piel de Obama cambiaria las políticas de Estados Unidos. Así avalan, aunque no se lo propongan, la concepción integrista de la religión, que debe manifestarse en todos los aspectos de la vida, tanto privada como pública. Cuando las olas del tsunami se retiren, llegará el momento de ver qué zonas fueron las más dañadas. Los grandes medios transmitieron en cadena durante varios días y no se cansaron de publicar semblanzas apologéticas del nuevo pontífice. En cambio, sólo se ocuparon de los antecedentes del ex jesuita para desacreditar a quienes los investigaron, con las mismas falsas acusaciones personales a las que recurrió el menemismo hace veinte años por las publicaciones sobre la corrupción en su gobierno. El torneo de adjetivos descalificatorios brinda un triste panorama del estado del arte aquí y ahora. También dejaron involuntarias constataciones de aquello mismo que intentaban negar. En Clarín, Sergio Rubin, amigo de Bergoglio y coautor de su autobiografía, entrevistó al presidente de la Comisión de Comunicación Social del Vaticano, monseñor Claudio Celli, quien se explayó sobre las virtudes de su nuevo jefe. Celli pasó muchos años en la Argentina, como secretario de Pío Laghi en la Nunciatura Apostólica. Allí recibió a las Abuelas de Plaza de Mayo, que le llevaron su reclamo por los nietos detenidos-desaparecidos. Les dijo que no se preocuparan, ya que se habían pagado cuatro mil pesos por cada uno, (1) lo cual demostraba que estaban con gente de muchos recursos. Así, “los chiquitos jamás padecerán las privaciones que impone la pobreza. Tienen el futuro asegurado”. (2) No es de asombrar. En aquella época Rubin actuaba como vocero paralelo de Primatesta y escribía en la revista Esquiú, donde se afirmó que las desapariciones eran simuladas en la arquidiócesis de París. (3) En cambio, la prensa internacional ahondó en el caso, con investigaciones propias. Para el New York Times, Francisco comenzó su papado con “ecos de la guerra sucia”, y reprodujo fragmentos de la carta de Orlando Yorio al Prepósito General jesuita, en la que pone en duda la honestidad de Bergoglio. En la revista Newyorker, Jon Lee Anderson escribe sobre “El Papa Francisco y la guerra sucia”, que “el Papa de los humildes, como le gustaría ser conocido, es un argentino de turbio pasado”. Después de contar su historia, concluye que “tiene mucho que aclarar sobre cómo pensaba, cuál fue su comportamiento y qué hizo durante la guerra sucia”. El sitio progresivo Salon.com se pregunta desde el título si el papa Francisco es un fraude y responde que su atractiva personalidad se ensombrece por su relación con la dictadura militar y por actitudes sobre la homosexualidad, que bordean el discurso del odio. La familia de Jalics le dijo al diario conservador alemán Frankfurter Allgemeine que Bergoglio era el superior contra el que Franz sentía impotencia e ira porque “había prestado falso testimonio sobre nosotros”. El hermano de Jalics dijo que Ferenc (que es el nombre húngaro de su bautismo) “estaba convencido de que Bergoglio los había delatado a él y a Yorio a la junta militar al indicar que en el Bajo Flores se escondían guerrilleros. Esa acusación la pronunció varias veces en el círculo familiar”. El hermano le escribió al nuncio apostólico y a Bergoglio: “He oído que usted y mi hermano habrían tenido diferencias de opinión en materia religiosa, social y política. Eso es normal. Pero no puedo imaginarme que como hijo de San Ignacio no vaya a intentarlo todo para liberarlo. Inténtelo una y otra vez”. Bergoglio le respondió en latín, el 15 de setiembre de 1976, que “las dificultades que su hermano y yo hemos tenido a lo largo de la vida religiosa no tienen nada que ver”, que lo amaba como a un hermano y que estaba haciendo gestiones para que fuera liberado. Según la periodista Marie Katarina Wagner, luego de un encuentro en el que Bergoglio le pidió disculpas, “Jalics quemó todos los documentos de la época”. El Washington Post tituló su nota “Por qué algunos argentinos son escépticos sobre el rol del papa Francisco en la guerra sucia”. En el diario italiano Il Manifesto, el profesor de Sociología Claudio Tognonatto constató que “de repente, no se puede decir, por ejemplo, que Bergoglio (que ya no es él, sino el papa Francisco), miente acerca de su pasado. Existen principios en la realidad que hay que respetar y por principio el papa no miente. Magia. Cuando un hecho histórico no nos gusta, lo eliminamos. Magia, solo magia porque por desgracia, los testimonios de las víctimas existen y también los documentos. No se trata de a favor o en contra, de hacer un discurso equilibrado, ecuánime, para describir una figura. Cada uno tiene un pasado, una biografía, y es responsable, ésta es la modernidad. Los hechos nos atan a lo real. Desgraciadamente los testimonios, las torturas y los desaparecidos son reales. Demasiado reales. Los militares pendientes de proceso por crímenes contra la humanidad, que se han presentado al tribunal con los colores del vaticano en el pecho para celebrar el nombramiento de su amigo, lo confirman. La realidad es una construcción social, pero la historia no está hecha de ficciones”. El hermano de Yorio, Rodolfo, le dijo a la revista alemana Spiegel: “Conozco gente a la que ayudó. Eso es lo que revela sus dos caras y su proximidad con el poder militar. Era un maestro de la ambigüedad. Cuando el Ejército mataba a alguien, Bergoglio se lo sacaba de encima, cuando se salvaba alguien, era él quien lo había salvado. Por eso hay gente que lo ve como un santo y otra que le teme”. En su blog, que escribe en París, Marie-Monique Robin (autora de Escuadrones de la Muerte y de El mundo según Monsanto), transcribió fragmentos de la última entrevista concedida por Yorio antes de su muerte: cuenta que Bergoglio los presionó para que renunciaran voluntariamente a la Compañía, porque no quería asumir la responsabilidad de darles la orden de hacerlo. Yorio firmó el pedido, pero nunca obtuvo respuesta, así como no consiguió un obispo que lo recibiera. Allí donde iban, les decían que había graves acusaciones secretas contra ellos y cuando preguntaban cuáles eran “nos decían que habláramos con el provincial de la Orden”. En Roma, adonde viajó luego de cinco meses de cautiverio y torturas, el secretario del General de los Jesuitas “me abrió los ojos”. Ese jesuita colombiano, el padre Cándido Gaviña, “me informó que yo había sido expulsado de la Compañía. También me contó que el embajador argentino en el Vaticano le informó que el gobierno decía que habíamos sido capturados por las Fuerzas Armadas porque nuestros superiores eclesiásticos habían informado al gobierno que al menos uno de nosotros era guerrillero. Gavigna le pidio que lo confirmara por escrito, y el embajador lo hizo”.
(1) María Isabel Chorobik de Mariani, testimonio ante la Cámara Federal de La Plata en el Juicio por la Verdad, 7 de abril de 1999.
(2) Historia de las Abuelas de Plaza de Mayo, pp. 3233.
(3) “Una misa inoportuna”, Esquiú, 26 de febrero de 1978.

sábado, 23 de marzo de 2013

SIN 2013 NO HAY 2015!!!


Los viejos fantasmas salieron a revolotear

A 37 años del golpe del '76, la entronización de Francisco desató un debate en el peronismo.

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Treinta y siete años después de que los militares le dieran el más trágico golpe a la historia nacional, la herida sigue sangrando. Y supura cuando los gobiernos padecen el presente griego que fue la deuda externa, cuando el país afronta como ahora restricciones cambiarias para aliviar el cuello de botella del sector externo, cuando se enfrentan juicios internacionales derivados del default y hasta cuando se debate la actitud moral frente al genocidio de un jesuita argentino convertido inesperadamente en Papa. 
El diseñador civil del modelo económico de la dictadura, que remplazó la sustitución de importaciones por una matriz financiera, el ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, acaba de morir a los 87 años. Pero la matriz de acumulación que perduró intacta hasta el 2001 no ha sido desmontada totalmente. Felizmente, nadie cree en los delirios del dictador Jorge Rafael Videla, que todavía insta a sus camaradas a combatir. Pero no es para nada descabellado que un futuro gobierno conservador reinstale el paradigma de mercado que impusieron los militares y profundizó Carlos Menem.   
Para diseñar esa sociedad individualista, los militares asesinaron a mansalva a miles de militantes populares. Contaron con la aquiescencia tácita o explícita de los referentes civiles de distintas actividades: hubo periodistas asesinados y periodistas cómplices, médicos secuestrados y médicos de la muerte, curas perseguidos y curas que confesaron asesinos. Entre unos y otros, millones de argentinos actuaron contradictoriamente, con miedos, dudas y desamparo. Está claro que el Papa Francisco, cuando era el jesuita Jorge Bergoglio, no asumió con coraje el compromiso social de Carlos Mujica, no fue el obispo Enrique Angeleli ni Jaime De Nevares, pero tampoco el cura Cristian Federico Von Wernick, condenado por asesinatos. 

PELEAS DE ENTRECASA. El debate sobre la actuación de Jorge Bergoglio durante la dictadura sacó a pasear los peores fantasmas de los años anteriores al golpe. La derecha peronista apareció exultante con la entronización de uno de los suyos. Faltó que salieran a cantar "ni yanquis, ni marxistas, pe-ro-nis-tas", que era la consigna de guerra de aquellos años frente a la izquierda peronista, que agitaba la idea de un "socialismo nacional". 
El kirchnerismo heredó obviamente las contradicciones internas y los antagonismos del peronismo, pero ante la propuesta de desmontar el modelo neoliberal que se instauró aquel 24 de marzo, consiguió que se diluyeran. El bloque gobernante logró consolidar un frente antiliberal para revertir el sálvese quién pueda. Tuvo la virtud de postergar contradicciones secundarias a favor de grandes coincidencias, como son la reindustrialización, el crecimiento, el empleo, la mejor distribución del ingreso y la reducción de la pobreza. Son las bases del programa mínimo de salvación nacional en el cual coinciden peronistas de distinto pelaje y otras expresiones del movimiento nacional. Pero en cuanto se indaga el pasado, cuando se discuten los '70, reaparecen las viejas diferencias ideológicas.  

LA PATRIA PERONISTA. No pocos referentes de la derecha peronista se fueron bajando del barco porque no toleraron culturalmente los cambios económicos introducidos por el kirchnerismo, avances como el matrimonio homosexual o el juzgamiento de la dictadura que, curiosamente, tumbó a un gobierno peronista de ese tenor. Pero kirchneristas  y ortodoxos coinciden en que la elección legislativa de octubre es estratégica para lo que ocurrirá en la presidencial del 2015. Y cada uno hace su juego. 
El ex presidente provisional Eduardo Duhalde aprovechó el clima piadoso instalado mundialmente por el Papa Francisco para abrazarse con su viejo socio y adversario, Carlos Menem. Duhalde consideró que el mejor candidato para suceder a Cristina Fernández es otro referente de la derecha peronista, José Manuel de la Sota, quien apoyó el Navarrazo en Córdoba, salió a decir que Bergoglio ayudó a su familia cuando los militares lo encarcelaron y se reunió días atrás con las patronales del campo representadas por la Mesa de Enlace. 
El gobernador Daniel Scioli tiene su propio proyecto. Aunque sólo lo separan de De la Sota las ambiciones personales, mantuvo los pies dentro del plato a la espera del fin del kirchnerismo por fecha de vencimiento constitucional. Scioli está convencido de que Cristina Fernández no será habilitada para un nuevo mandato. Porque no lo intentará, o porque no conseguirá en las próximas elecciones una victoria tan rotunda que le otorgue el control de los dos tercios en el Senado y en la Cámara de Diputados, que deben declarar la necesidad de la reforma constitucional. Aspira a ser el heredero, pero a diferencia de De al Sota, camina por los bordes y no saca los pies de plato. 
EL PROYECTO K. El kirchnerismo llegó al poder luego de la implosión del modelo político-económico instaurado por los militares en 1976. Al borde de los diez años en el poder, puede mostrar cifras exitosas en materia macroeconómica, pero sus más conspicuos representantes están convencidos de que, pese a las transformaciones, cualquier variante no kirchnerista que acceda al poder en 2015 puede retrotraer en poco tiempo la situación al modelo neoliberal instaurado por los militares y consolidado por Menem. 
La desaparición física de Néstor Kirchner desactivó la alternancia pingüino-pingüina y dejó al kirchnerismo con el boleto picado. Sin un candidato capaz de convertirse en un delfín con posibilidades ciertas de continuidad, el bloque gobernante se agrupa tras Cristina Fernández con la esperanza de lograr habilitarla para un nuevo mandato. 
El fin de semana pasado, un nutrido grupo de gobernadores y funcionarios –entre los que se contaba el vicepresidente Amado Boudou– se reunió en Paraná para diseñar una estrategia de supervivencia más allá del 2015.  De allí partió la idea de convocar a una consulta popular para habilitar una reforma constitucional. La consulta popular fue instituida constitucionalmente en el artículo 40, en la reforma de 1994, cuando Menem logró habilitar la reelección. El riojano no tenía los dos tercios ni en el Senado ni en la Cámara Baja, pero luego de obtener un 40% en la elección parlamentaria de medio término, consiguió instalar un clima propicio para la reforma. Atrincherados en la Cámara Baja, más de 80 diputados radicales se habían conjurado públicamente a obturar el intento reformista, pero Menem amenazó con una consulta popular y para evitar una nueva derrota Raúl Alfonsín enderezó a la UCR hacia el pacto. Paradójicamente, cuando Menem quiso obtener la re-re, el gobernador Duhalde sepultó ese proyecto con la misma herramienta: lo amenazó con una consulta en el principal distrito del país. Por el momento es sólo una idea que depende del resultado de octubre. "Sin 2013, no hay 2015", coinciden los kirchneristas. Pero hacia allí apuntan, más allá de los deseos de la propia presidenta. Es obvio que intentan salvar un proyecto de poder. Pero también es cierto que se juega el actual modelo o un retorno al neoliberalismo que impusieron los militares 37 años atrás.  -

http://tiempo.infonews.com/2013/03/23/editorial-98742-los-viejos-fantasmas-salieron-a-revolotear.php

ANTE UN NUEVO MODELO DE IGLESIA? OJALA


Rezo por vos

 Por Sandra Russo
“Recen por mí” es probablemente la frase más pronunciada por el ex cardenal Jorge Bergoglio desde que es el papa Francisco, y va camino a ser uno de sus sellos distintivos. Formó parte de su presentación pública apenas ungido como “obispo de Roma”, según también optó llamarse a sí mismo, en el mismo discurso en el que, por primera vez después de dos papados, fue pronunciada en ese balcón vaticano la palabra “pueblo”. Quién sabe qué palanca espiritual, qué masa de energía encauzada por millones de personas está pidiendo el Papa, qué fuerza extra propone que se geste en colectivo con su feligresía. Pero lo pide, insiste tanto en su “recen por mí”, que ya traspasa lo verbal y anida en una actitud.
Su designación desató en la Argentina y en el mundo múltiples interpretaciones y lecturas. ¿El primer papa latinoamericano qué expresaba?, apenas conocida la noticia, inescindible de la sorpresiva renuncia de su antecesor. ¿A qué le llamará ahora la Iglesia Católica “evangelización”? ¿Implicaba esa designación la voluntad de disciplinar con ortodoxia católica a una región que amplía derechos y desoye las recetas económicas que rigen en la latitud donde reinan los papas? ¿O era el gesto autocrítico con el que la Iglesia que equivale a Occidente admite una derrota moral? ¿Exhibía la necesidad de virar el timón para rescatar vocaciones, recuperar prestigio, aplacar escándalos? ¿Era una movida política o espiritual? El primer papa latinoamericano, ¿qué significaba en esas horas del primer impacto? Mucho, seguro. ¿Pero en qué sentido?
De toda la región, la Argentina es el país en el que el terrorismo de Estado de hace tres décadas fue puesto con más énfasis y voluntad política sobre la mesa. Eran conocidas las denuncias sobre algún tipo de responsabilidad de Bergoglio que, sobre sus desapariciones, le adjudicaron en su momento los jesuitas Yorio y Jalics. Yorio murió y ahora Jalics desmiente esa responsabilidad. El ex cardenal emerge de la media sombra, porque la poca luz, en esos años, se la quedaron los obispos y los curas que, arraigados en los sectores populares –e involucrados en sus luchas, que muchas veces era la lucha por una vida digna– fueron asesinados junto con miles de opositores a los regímenes autoritarios de esa época. El símbolo de todos ellos fue el obispo Enrique Angelelli.
No eran conocidos, en cambio, los testimonios como el del cura Miguel La Civita, colaborador de Angelelli, que esta semana describió cómo, en 1976, él y otros seminaristas de la diócesis riojana fueron alojados y protegidos por Bergoglio en el Colegio Máximo de los jesuitas, de San Miguel, que él dirigía. También se supo, en estos días, que Bergoglio firmó en 2011 el pedido de beatificación del cura Juan de Dios Murias, torturado y asesinado por el terrorismo de Estado en 1976, junto al cura Gabriel Longueville. Esas dos muertes eran las que investigaba Angelelli cuando fue también asesinado un mes más tarde.
Se ignora todavía si el nuevo papa dará curso a ese pedido de beatificación del que participó, pero si lo hiciera, ya no estaríamos ante un gesto como el de pagar su hotel o suspender desde Roma su suscripción a La Nación. En ese caso, la beatificación de Murias sería de un peso simbólico enorme y daría visibilidad dentro de la Iglesia Católica a los centenares de sacerdotes de la Teología de la Liberación que durante los años de plomo fueron ejecutados y martirizados en toda la región, junto a miles de personas, no por formar parte de agrupaciones armadas sino por hacer efectivo ese deseo que hoy expresa el Papa: quedarse al lado de los pobres, pedir una Iglesia pobre, volver a las fuentes de lo que alguna vez los inclinó a sus vocaciones.
Sin detenerse en estas historias que los argentinos tenemos tan presentes, desde otros puntos de la región hubo reacciones disímiles y temperamentales. Se puso en evidencia, por ejemplo, el carácter de época de los socialismos del siglo XXI, plagados de dirigentes que empatizan con la fe cristiana de sus pueblos, pero que no gobiernan queriendo agradar a Roma. Rafael Correa no tardó en alborozarse con su “¡Viva Francisco I”! En Venezuela, Nicolás Maduro no hesitó en afirmar que en su elección había intervenido el comandante Hugo Chávez desde el cielo. En Uruguay, el presidente José Mujica hizo gala del laicismo que distingue a su país, y dijo que lo único que tiene en común con el Papa es el mate y el tango. La presidenta brasileña Dilma Rousseff le puso onda y dijo el chiste por el que más de uno se ofendió. Por su parte, la presidenta argentina se comportó como lo que siempre dijo que es, una mujer católica, y en ese primer momento del encuentro con el papa Francisco le dijo: “Jorge, esto es increíble. ¿Se acuerda cuando dijimos que nos íbamos a volver a encontrar?” “Y mire dónde fue”, le contestó el Papa.
Así estamos, todos y todas, hermanos y hermanas, compañeros y compañeras, subidos a la montaña rusa de la época, que está abierta y es impredecible. Es innegable el corte transversal de la religión. Los que no somos católicos venimos hace décadas, cuando no siglos, pidiéndole a la Iglesia que nos deje en paz con nuestras convicciones personalísimas y se limite a exigir su dogma a sus fieles. Esa postura política no debería enceguecer ante la alegría genuina de tanta gente que de verdad desea que su propia Iglesia se le aproxime. Y en este punto, me permito decir que, si nos dejan, esa alegría se puede compartir, que es un verbo en común entre unos y otros.
Si algo caracteriza lo nuevo que encarna la región es que la historia no está escrita sino escribiéndose. Un primer papa latinoamericano puede querer decir muchas cosas que todavía no sabemos o no podemos descifrar. Pero seguramente, en lo que eso finalmente se traduzca no intervendrán solamente ni el Papa ni los presidentes ni los cardenales ni los teólogos ni los intelectuales orgánicos o críticos. Las democracias participativas que han permitido que la región emerja se cocinan en una olla colectiva. El teólogo de la Liberación Leonardo Boff dijo esta semana que “Francisco es más que un nombre. Es un modelo de Iglesia”. Ojalá Bergoglio tenga en lo hondo de su mente y de su corazón ese modelo de Iglesia más piadoso y más humilde. Y ojalá, desde sus decisiones como papa, siga honrando el significado de la palabra pueblo.

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-216419-2013-03-23.html